Se terminó de poner su chaqueta de cuero negra corta y se miró al espejo. Este le devolvió la imagen de un cuerpo blanco como la nieve, que llevaba puesto un jean negro, roto en algunas partes, unos zapatos altos negros, un top negro y esa chaqueta. Desde su cabeza caía una cascada marron-cobriza de cabello lacio y brillante. Ya no lo tenia todo ondulado, por alguna razón.
Suspiró, cerró un puño y con toda su furia lo lanzo hacia el espejo rompiendolo en mil pedazos.
Se arrodilló en el piso cubierto de vidrios. Miró a Amy, quien estaba sana y salva dentro de su campo de fuerza. Se miró la piel ensangrentada cubiera de vidrios y suspiró.